Marcelo Macaluso es mendocino y se convirtió en el primer argentino que perderá su casa a causa de crédito UVA que tomó. Cómo llegó a este punto
Marcelo Macaluso es mendocino. Igual que muchos argentinos, cuando salieron los créditos hipotecarios UVA a 30 años vio la posibilidad de tener su casa propia. Cuatro años después se convirtió en la primera persona a la que le rematarán la vivienda por falta de pago. No es para menos. Pidió dos millones de pesos, pero ahora debe 9. Una locura.
“Era una de las últimas posibilidades que teníamos para acceder a una casa propia porque nos habíamos pasado los últimos 20 años alquilando”, explicó Macaluso. Así comenzó el sueño que se volvió pesadilla.
El hombre es empleado bancario, tiene 4 hijos. Hace cuatro año sacó un préstamo de 2 millones de pesos. Cada cuota era de 9 mil pesos. Todo parecía bien. Las primeras 20 cuotas las pudo afrontar pero en abril de 2019, la cuota pasó de 9 mil pesos a 21 mil. Se le volvió impagable.
Pero eso no era lo peor. La deuda ya no era dos millones, se había duplicado a 4 por la trampa que terminaron siendo los créditos UVA mezclado con la inflación.
Ante esta situación, Macalusa presentó un recurso de amparo pero la Justicia de San Rafael se lo rechazó. La razón era que para el juez que decidió todo, el valor de la cupta crecía pero el valor de la casa también.
El congelamiento de las cuotas de los créditos UVA ordenado por Alberto Fernández tampoco fue una ayuda suficiente para Macaluso. Finalmente, el 30 de marzo le llegó la notificación sobre el remate de la propiedad.
“Hoy estamos endeudados en $9.000.000 y el valor de la UVA pasó de los $14 pesos iniciales a $74 por lo que el valor de la cuota nos da unos $45.000 mensuales”, señaló Marcelo, que volvió a ir a la Justicia.
“Espero que esta vez el juez nos escuche y entienda nuestra situación, que es desesperante”, insistió el sanrafaelino, que forma parte de los 110.000 damnificados que integran el grupo de “Hipotecados UVA” y que lo tienen como estandarte de lucha. “Pedimos frenar la ejecución hasta tanto este problema de los créditos UVA no se resuelva de fondo”, indicó.
Qué pasará con la deuda
La casa que compró Marcelo con la deuda tiene 240 metro cuadrados y 90 son ocupados por la casa. Si la lograra vender, quizás podría cubrir la deuda pero debería volver a alquilar. Ese sería el mejor escenario en caso de que la Justicia no frene el remate.
La otra posibilidad es que justamente la casa se remate pero que el comprador la consiga a un valor menor del monto total de la deuda. En ese caso, Marcelo deberá abonar la parte restante para alcanzar los nueve millones. E igualmente deberá volver a alquilar.
“En el banco me explicaron que yo debo afrontar el resto de la deuda que no se pague con el remate de la casa, por lo que me embargarían el sueldo vaya a saber por cuántos años”, concluyó. Uno