En el corazón del barrio La Costanera, en Las Catitas, volvió a sentirse esa mezcla única de emoción. La plaza, ese punto de encuentro que durante años fue solo un espacio de promesas, hoy luce totalmente renovada y los ojos de quienes la vieron nacer y crecer se llenaron de felicidad.
La inauguración fue mucho más que el corte de cinta de una obra pública. Fue el reencuentro de los vecinos con un espacio que ahora invita a jugar, a hacer deporte, a charlar bajo la luz de las nuevas farolas, a sentirse seguros y parte de algo más grande.
“Esto es un sueño hecho realidad. Mi nieta no quería irse del castillo, y yo me emocioné porque durante años no tuvimos nada. Hoy podemos venir tranquilos, sentarnos, mirar cómo juegan… ¡Es increíble!”, dijo una vecina del barrio desde hace más de 30 años.
Junto a ella, Miguel, que aprovechaba el gimnasio a cielo abierto, se mostró entusiasmado: “Siempre lo pedíamos. Hoy siento que nos escucharon. Esta plaza no es solo linda, es completa. Para grandes y chicos”.
La plaza incluye un castillo de hadas gigante para los más pequeños, gimnasio a cielo abierto, cancha de tejo, cartelería renovada, sistema de videovigilancia y un moderno playón deportivo que ya fue inaugurado semanas atrás. Todo iluminado con nuevas torres LED, pensado para el disfrute seguro y accesible de toda la comunidad.
La intendenta Flor Destéfanis, emocionada, abrazó a cada chico que se acercó a jugar. En su discurso, dejó en claro el sentido de la obra: “Estas son las transformaciones que valen. Ver a las familias reunidas, a los chicos felices, nos demuestra que vamos por el buen camino. Invertimos más de 100 millones de pesos porque creemos que todos los barrios merecen vivir mejor”.
Entre risas, selfies familiares y partidos de fútbol improvisados, el barrio celebró. Porque no se trató solo de juegos nuevos, sino de dignidad, pertenencia y futuro. Porque en Santa Rosa, los espacios públicos vuelven a ser lugares de encuentro, de cuidado y de comunidad.