Un domingo raro. Más actividad de la normal durante la mañana, casi una siesta eterna durante la tarde. Así vivió gran parte de la zona Este de Mendoza las horas previas y las primeras posteriores a la Fase 1, decretada por el gobierno provincial.
Las familias salieron por la mañana a realizar las compras necesarias para proveerse durante las horas de restricción, lo que hizo que el domingo matinal tuviera más actividad, pero esta se redujo abruptamente cuando llegó el mediodía y prácticamente desapareció a las 16.
Las 5 comunas, cada una a su forma, remarcaron la importancia de cumplir con el aislamiento obligatorio. Incluso algunas decidieron sacar a sus inspectores a la calle en los días previos para recordarles a los comerciantes que deben cerrar sus puertas, salvo en el caso de los negocios de cercanía. Sin embargo, pese a que podrían abrir cumpliendo protocolo y horario limitado, muchos almaceneros decidieron cerrar partir del mediodía del domingo y recién reabrir sus puertas el martes a la mañana, cuando ya se regrese al distanciamiento social.
En tiempos normales, en estas horas de inicio de primavera ya era normal que los parques, paseos y especialmente la zona de El Carrizal comenzaran a llenarse de grupos de jóvenes, que instalaban campamentos de varios días para celebrar el Día del Estudiante. Esta vez solo se ven controles policiales tratando de evitar cualquier desobediencia.
Por los carriles productivos de la zona el tránsito es escaso y solo se logra observar algún mínimo movimiento entre las fincas, relacionadas con el trabajo productivo.
Hasta el atardecer de este domingo no se había informado sobre detenciones.
La preocupación más importante era que las juntadas, en lugar de realizarse en lugares públicos, se efectuaran en domicilios particulares o clubes privados, situación que por el momento no se habían detectado.
E Pfaab